70 Tatuajes de MARIQUITAS con negras manchitas

Muchos insectos realmente nos provocan una absoluta repugnancia de solo oír sus nombres. La cucaracha es uno de ellos, y méritos hacer para tener nuestro rechazo y nuestra obsesión por destruirla en cuanto vemos una. Vive en las cañerías, recogiendo todo tipo de microbios con sus patitas deleznables, y luego camina tan tranquila sobre la encimera de nuestra cocina o, directamente y si tiene ocasión, incluso por nuestros alimentos. Y encima son listas, las únicas que sobrevivirían a una guerra nuclear, junto con las ratas (aunque haya quien se pregunte qué llevan entonces los matarratas o insecticidas...). ¿Quién en su sano juicio se tatuaría una cucaracha? Alguno que otro hay, basta echar un vistazo por Internet.

De todas formas, no todos los insectos son tan horripilantes y abominables. La mariposa, por ejemplo, es lo de más bella y alegre, ideal para estar en la piel sobre flores de también bonitos colores, dibujada su simple silueta, en negro o con motivos tribales. O, la araña, aunque despierte nuestro temor, también queda en un diseño hiperrealista. Ya el superhéroe Spiderman se encargó de que la viéramos con otros ojos. Eso sí, la araña no es un insecto, sino un arácnido. El ejemplo, sin embargo, nos vale para ilustrar que los pequeños bichos también pueden molar en la piel.

Quien sí es un insecto y también mola es la mariquita. Se presenta con su particular rojo pasión y sus manchitas negras, resaltando en la hoja verde sobre la que se posa. Se nos antoja como una flamenca feliz por el campo, ajena a todo, en escenas de lo más bucólicas. Nos gusta.

Por sus descripción, está claro que elegirla sería apostar por un tatuaje estético, pero la mariquita tiene un significado más allá de lo bonito. Está asociada a la buena suerte en muchos países, en los que un encuentro con ella (sobre todo para quienes más creen en estas cosas) podría significar la llegada de fortuna, bien salud, dinero o amor.

Para atraerlos, una mariquita puede quedar perfectamente en tu piel, por ejemplo, en su forma más simple. Sus colores (que te invitamos a reproducir) le bastan para proporcionar un diseño de lo más completo, con una mariquita plana y pequeña ideal, a modo ilustrativo, para la muñeca o el tobillo. Está también la versión hiperrealista, utilizando las técnicas más avanzadas en el estudio de tatuajes, con sombra y brillo en su superficie. Y, cómo no, también la composición, utilizando hojas y flores de lo más primaverales para completar un tatuaje alegre y divertido. Puedes elegir incluso dibujar al detalle sus patas y cabeza, en una versión más "bicho" de tu tatuaje si te gustan los insectos, o más "dibujo animado", con actitud coqueta o grandes ojos y pestañas.

Y es que a la mariquita le ha sido atribuida mucha feminidad, por sus características tan peculiares. No es de extrañar, por ello, que inspire deplorables insultos a hombres homosexuales, a los que se hiere utilizando adjetivos como "mariquita", "maricón" o "maricona". No hay razón (y es lamentable que ocurra) para marginar a una persona por su orientación sexual, creencia religiosa, ideología o sexo. En el momento social en el que nos encontramos, como valoración personal, estamos muy necesitados/as de buenas personas, sin importar lo demás. No deberían ser palabras vanas, sino algo para interiorizar. Por tanto, contra la intolerancia, marginación o incluso, peor aún, la represión de homosexuales, bien me tatuaría una mariquita. Dependerá, no obstante, de cómo y quién haga uso del término para saber si es peyorativo o no.

La mariquita, el bicho raro, el de la "piel" diferente... y, a la vez, la más bonita y original, ¡tatúatela!