¿Qué simboliza un tatuaje de querubín?

Los tatuajes de querubines pueden representar una serie de cosas, desde el amor y la inocencia hasta la protección divina. Como con cualquier tatuaje, el significado es profundamente personal y único para la persona que lleva el querubín. A continuación tratamos con mayor profundidad estos significados. Sigue leyendo.

Los querubines, pequeños ángeles infantiles a menudo representados con alas, tienen raíces profundas en varias tradiciones y culturas. Su aparición es popular en el arte renacentista, y son comúnmente asociados con el amor, la inocencia y la protección divina. La decisión de alguien de tatuarse un querubín puede estar basada en una variedad de motivos personales y simbólicos.

A menudo, los querubines son asociados con el amor. Esto puede ser debido a la popularidad de los querubines en el arte del Día de San Valentín y otras representaciones románticas. Algunas personas pueden optar por un tatuaje de querubín para simbolizar el amor en sus vidas, ya sea un amor romántico, un amor familiar, o un amor platónico.

Además de simbolizar el amor, los querubines también son comúnmente vistos como representantes de la inocencia y la pureza. Los querubines son a menudo representados como niños pequeños, simbolizando la ingenuidad y la ausencia de maldad o corrupción. Al tatuarse un querubín, una persona puede estar tratando de capturar esa sensación de inocencia, tal vez como un recordatorio de su propia infancia o como un homenaje a la inocencia de los niños en general.

Otra interpretación común de los querubines es la de seres que proporcionan protección divina. En muchas tradiciones religiosas, los querubines son vistos como seres celestiales que actúan como mensajeros o servidores de una fuerza divina. Un tatuaje de un querubín podría, por lo tanto, representar la creencia en la protección divina o celestial, o la idea de tener un guardián o guía espiritual.

Finalmente, algunos pueden elegir tatuarse un querubín en memoria de un ser querido que ha fallecido, especialmente en el caso de un niño. En este contexto, el querubín puede simbolizar la creencia de que el ser querido está ahora en un lugar de paz, o que se ha convertido en un protector espiritual para los que quedan atrás.