Tatuajes de demonios y diablos (para MUJERES)

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El equipo Tu astrólogaÉquipo redactor
31 Enero 2023

¿Sabíais que tanto un demonio como un diablo hacen referencia a un mismo espíritu que incita al mal? Son sinónimos en el diccionario y se definen ambas palabras como un ángel rebelado. Y, en la doctrina cristiana, es considerado uno de los tres enemigos del alma. Por tanto tenemos varias acepciones, aunque ciertamente ninguna de ellas es positiva ni buena. Esto significa que si alguien elige hacerse un tattoo como este, no va a transmitir nada bueno ni ningún mensaje angelical, sino todo lo contrario.

Un tatuaje con una simbología inquietante

La idea que se puede obtener de una persona que lleva un tatuaje de demonio, es que le gusta lo perverso, lo peligroso y las ideas o los pensamientos malignos. No se transmitiría, por tanto, lo que se podría decir una imagen buena o desde luego no a priori. Además se suma el hecho de que estéticamente este tipo de tattoos dan bastante miedo y muchos de ellos resultan hasta desagradables. En realidad con un tatuaje como este se busca una idea distinta y consiste en otro concepto estético.

Tal vez sea un tipo de tattoo que vaya más o que se haga más por lo que representa y por el significado que tiene, no tanto porque sea bonito o vistoso, eso quedaría pues en un segundo plano. Imagino que la persona que se hace un tatuaje de demonio lo ve bonito en otro sentido, en el sentido de que a esa persona le gusta y por el hecho de que transmite una idea en la que esa persona cree.

No solo tiene que ser que crea en esos espíritus y en esas ideas, puede ser que crea en la lucha en contra de estos. Y es que porque alguien se haga un tatuaje de demonio, no hay por qué pensar que es en favor de estos, si no que igualmente puede ser en contra de ellos y como manteniendo una lucha con dichos espíritus. Para precisar un poco más y saber si es así o no, lo único que se puede hacer es preguntar a quien se hace un tattoo como este que por qué eligió este curioso y extravagante diseño.

El tamaño y los colores más habituales para un tatuaje con un demonio

Este es otro punto interesante dentro de los tatuajes de demonios y es que resulta evidente que se trata de un tatuaje llamativo y extravagante. La palabra atrevimiento tiene que ir intrínseca en la persona que se hace un tatuaje como este y la palabra vergüenza debe haberse perdido hace ya algún tiempo. Querer llamar la atención es otra cualidad que debemos tener muy en cuenta para definir a quienes seleccionan un tatuaje de demonio para grabárselo en la piel, ya que normalmente se trata de tattoos de gran tamaño, que transmiten fuerza, garra y agresividad.

Se suelen elegir figuras no especialmente agraciadas y además estas se dibujan con la boca abierta como gritando y atacando a ese a quien mira. Aparte de la utilización del negro, que es común y más que normal en casi todos los tatuajes, por no decir todos, el uso del rojo es también muy habitual. Al demonio o diablo, se le ha representado habitualmente de color rojo, color que también transmite mucho, más aun siendo un rojo intenso, un rojo sangre, asemejándose con esta y con su color.

Está claro que en la representación de los demonios este color no fue elegido por casualidad ni por azar. Es evidente que se buscaba la asimilación de esta figura con la sangre, para plasmar su malicia y su capacidad para hacer derramar sangre.

Los diseños más habituales en los tatuajes de demonios

Cualquiera de nosotros puede tener ahora mismo en la cabeza la imagen de un demonio y esa imagen estándar es la más utilizada, pero se pueden hacer muchos cambios. Cada cual puede personalizar su diseño como le apetezca, si bien siempre respetando ciertas características que dejen ver con claridad que se trata de un demonio.

Igualmente se puede acompañar al tattoo de otras figuras. Con respecto a esta idea es común el hecho de representar de forma conjunta a un ángel y a un demonio. Tenemos hasta novelas y películas con la aparición de ambos espíritus y figuras, de hecho son muy comunes en la literatura universal. Así que esa idea, dado que aparece un diablo en la escena, nos valdría.

Aunque se trate por regla general de una imagen bastante monstruosa, dentro de unos límites puedes fomentar la monstruosidad o justo lo contrario, dulcificarla y reducirla. Lógicamente, y por más que se intente que el diseño quede bonito y dulce, con un diablo difícilmente se conseguirá, no se va a poder convertir jamás en una imagen angelical, por ejemplo. Pero bueno, dentro de sus características propias se puede fomentar más una cosa u otra. Del mismo modo, considero que alguien que se hace un tatuaje de demonio no es con la idea de intentar dulcificarlo ni hacerlo más bonito o menos agresivo.